DALAM KERETA + 0 comment(s)
“La Vida en el Asiento Trasero”

Con la cabeza inclinada sobre el frío cristal de la ventana, Hannah entra y sale de un sueño borroso y aburrido, sentada en el asiento trasero del coche de sus padres, volviendo a su casa después de un largo fin de semana en la de la abuela.

La abuela no era la misma esta vez, y tras captar pedazos de susurros intercambiados por sus padres muy en bajo, Hannah supo que ellos también se dieron cuenta.

Mirando a las montañas a lo lejos, Hannah se pregunta lo que se debe sentir cuando tu cerebro se apaga lentamente … no siendo capaz de recordar a tu familia, a tus amigos, o incluso quién eres … tal vez sea así como uno se siente en el infierno.

Observa ahora las montañas que antes miraba vagamente, pensando en los colonos que una vez tuvieron que atravesar a pie sus altas cumbres … algo difícil de imaginar para quienes, como Hannah y su familia, cruzan velozmente las montañas sin pensarlo dos veces, desde la seguridad y comodidad de un coche caliente.
 
Se pregunta si ella misma hubiera sobrevivido a esta clase de viaje de haber vivido en aquella  época … tal vez incluso ella murió en esas montañas en una vida pasada, pues en verdad no estaba hecha para aquellos tiempos.

Y tal vez ella no está hecha para estos tiempos tampoco. Tal vez fue un error cósmico el haber nacido ahora … y si el mundo se acaba mañana, ¿podría ser ésta la última vida que tenga? ¿Empezaría todo de nuevo? ¿Se detiene el tiempo si no hay seres humanos para contarlo?

¡Ah!, pero extraterrestres habrán, supongo, que probablemente lo perciban. 

Incluso los abrazos de su abuela parecían diferentes esta vez … como si fueran sólo la reacción de una memoria muscular de su abuela, sin ningún sentimiento o afecto detrás.

Hannah se desliza en un sueño, de pie en el salón de su abuela, en busca de sus juguetes  aparentemente perdidos … y su abuela se acerca por el pasillo. Despacio.

Por alguna razón, Hannah siente que debe escapar con sus juguetes antes de que su abuela la encuentre allí. No puede verla, pero Hannah puede sentir su presencia aproximándose, cada vez más cerca …

Todo parece tan vacío.

Hannah despierta al oír la la voz de su padre haciéndole saber que ya están en casa, que tiene que volver a ponerse los zapatos, mientras los pensamientos del viaje se evaporan.
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